Hace unos días, hemos tenido en nuestro Olimpo, en clase de Griego I y II, la visita especial de una emisaria que vino a contarnos su reciente viaje a Grecia. Esta compañera, que terminó el Bachillerato en el Jimena el pasado mes de mayo, después de la EBAU en junio 2022, y antes de empezar su Grado de Derecho en la Universidad, emprendió su primera odisea griega, como el joven Telémaco, casi a la misma edad, uno más uno menos, ya que Carmen tenía 17 y quizá Telémaco era un poquito mayor, pero poco. Carmen cumplió los 18 en Grecia, en la isla de Corfú y eso no lo olvidará fácilmente.
La "Telemaquia" de Carmen también se realizó con amigos, se juntaron cuatro jovenzuelos y para allá se fueron, Atenas y Corfú eran sus destinos. Allí visitaron todo lo que hay que ver, en avión, en taxi, en moto y, naturalmente, en barco. Telémaco viajó en barco de vela y remos buscando a su padre, con la compañía de jóvenes de su edad, aconsejado por Atenea en forma del anciano Mentor. Él creía que buscaba a su padre, al que naturalmente no encontró, pero sí se encontró a sí mismo, salió de la comodidad de su hogar junto a su madre para lanzarse al mundo abierto, libre, casi sin protección.
Después de su pequeña odisea (en comparación con la de Ulises todo el mundo se queda corto en sus odiseas) el Telémaco que volvió a Ítaca era otro, era más hombre, menos infantil, más seguro de sí mismo, más preparado para la vida, más decidido a luchar por sus intereses. El viaje lo había formado, le había dado claves de actuación en las situaciones difíciles.A través del mapa de Grecia y de su charla, volamos un poco desde el Jimena a Grecia y añoramos el verano. Y quizás, en la mente de algún estudiante soñador, se quedó esa pequeña semilla de ilusión de ir allá algún día...
Gracias, Carmen, por traernos a clase un trocito de Grecia. Ευχαριστὼ πολὺ!
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