miércoles, 20 de diciembre de 2023

Del Jimena al cielo

Hay momentos mágicos, que se producen cuando las expectativas superan lo esperado. El lunes 4 de diciembre 2023 invitamos a María Eugenia Díaz Pascual a una charla en el Olimpo del Jimena, para hablar sobre Mitología y astronomía. Como solo teníamos 50-55 minutos, María Eugenia se centró en los planetas y los días de la semana. El mito es una pre-ciencia: cuántos sabios han observado el cielo a simple vista tratando de explicar el movimiento de las constelaciones, agrupando las estrellas, dándose cuenta de que algunas de ellas, más imponentes, se movían a su bola, errantes -πλανῆται planetas- por el cielo, describiendo una trayectoria inexplicable. Tras noches y noches de observación les ponen preciosos nombres imaginando formas, atribuyéndoles cuentos, teniendo en cuenta sus agrupaciones, su brillo, color y tamaño. Los nombres siguen siendo los mismos, solo que la ciencia ha avanzado, pero a hombros de aquellos observadores nocturnos de la Antigüedad.

                                                María Eugenia Díaz Pascual, profesora de Griego y miembro de Omega

Chicos y chicas de Latín, Griego y Legado Clásico, unos 22 en total, escucharon atentos su charla. Al final Eugenia les regaló imágenes en color de constelaciones, planetas, cuadros sobre el cielo... Y algunos expresaron un vivo interés por el tema. Sobre la marcha organizamos para el viernes 15 una excursión voluntaria al Observatorio astronómico de Deva junto con componentes de la Sociedad astronómica Omega, a la que Eugenia pertenece. Quienes quisieran podían acudir con sus familias y los acompañaríamos para disfrutar en Deva de contemplar el cielo y ver algo espectacular con el telescopio. 

Tuvimos suerte. Las potenciales nubes se disiparon y la noche nos regaló un cielo tan estrellado que parecía pintado con aerógrafo. Los de Omega, con sus punteros láser súper potentes nos explicaban constelaciones: Orión, Tauro, Géminis, Osa mayor, Casiopea, Andrómeda, las Perseidas... y Júpiter, que lucía imponente. La luna no se veía, ya se había puesto. Es impresionante cómo estas personas señalan el cielo con un chorro de luz como si fuera una pizarra digital mientras van acotando las formas de las constelaciones y las estrellas que se relacionan aún perteneciendo a distintas constelaciones: el triángulo del invierno, Betelgeuse, Proción y Sirio. Sirio es la estrella más brillante y cambia de color a cada momento. 

Con el telescopio vimos a Júpiter con sus satélites, uno de ellos justo pasaba por delante: el tránsito de Ío, lo llamaron. Ío proyectaba su sombra oscura sobre el planeta y al rato aparecía pegado a Júpiter como un punto blanco. Vimos la estrella gamma de Andrómeda, que es doble aunque a simple vista parece una, y una nebulosa con un halo como un gorro de esquimal. Pasamos mucho frío pero fue una experiencia que no olvidaremos. 

Los astrónomos Santiago Izquierdo, presidente de Omega y Santiago Gándara, director del Observatorio

                                                                                                 Esther Castro


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