viernes, 30 de octubre de 2020

LAS LETRAS DE LAS CIENCIAS

 

Hace unos años propuse en la CCP (por ahí andará el acta correspondiente) ofrecer a los alumnos de bachillerato, especialmente a los del científico, una asignatura que les introdujera en el conocimiento de los términos provenientes del latín y el griego, que presumiblemente iban a convertirse en su herramienta de trabajo fundamental.

Medicina, Biología, Física, ... todas son disciplinas cuyo léxico específico es en gran medida de origen griego o latino y los planes de estudio actuales ni de lejos se plantean cubrir esa - creo yo- grave carencia. Me parecía que les sería de enorme utilidad y además se divertirían al saber qué relaciona un calamar con un dolor de cabeza o una piedra en el riñón con las matemáticas. Me hubiera encantado ver la cara que ponían al averiguar que "ailuropoda melanoleuca", término científico para designar al oso panda, se traduciría literalmente por algo así como "pie de gato blanquinegro". Quienes cursaran esta asignatura relacionarían con facilidad hematíes, hematomas y hemoglobina y sonreirían divertidos ante la metedura de pata de quien habla de "misógenos" pues la equipararían enseguida con la de alguien que llamara "genecólogo" al especialista correspondiente.

Seguimos utilizando esas dos "lenguas muertas" que se resisten a morir. Y es curioso que sea el ámbito científico el que más y, probablemente, mejor utilice lexemas y afijos grecolatinos, incluso para descubrimientos recientes o avances novedosos que así tienen asegurada la comprensión inmediata de toda la comunidad internacional: Si acaba en -itis es una inflamación, si contiene lito, es una piedra, si aparece galact- ... es la leche. Lo entenderá al momento un científico islandés, un alemán o un escocés.  

Vivimos ahora por desgracia rodeados de palabras como "pandemia", "diagnóstico", "estadística", "morbilidad",... nada más actual y, sin embargo, ningún término es nuevo. Por cierto, la palabra griega "hygieia", de la que ha derivado "higiene", no significaba limpieza, sino "salud". Como en otras ocasiones, la vida y las palabras siguen su propia trayectoria y acaban a veces en el sitio en que empezaron: la receta más eficaz contra este virus  (del lat. virus: "veneno") resulta ser ventilar, lavarse bien las manos, no estornudar en la cara del prójimo... La higiene es salud; siempre lo ha sido.

"Hygieia" (la diosa de la salud) G. Klimt


Espero que en algún momento se deje de enfrentar Letras y Ciencias y se utilicen ambas para ofrecer una educación mejor, menos preocupada por que la programación recoja los engendros léxicos con que cada reforma maquilla su nueva ley y más por formar ciudadanos responsables y con criterio propio, menos manejables y más competentes en aquello a lo que decidan dedicar su futuro.


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